Revista Granito de Arena

Un legado educativo que nos llena de orgullo

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Desde su fundación, Progreso ha contribuido al desarrollo integral de sus colaboradores y de la comunidad en general, considerando la educación como el factor decisivo para que Guatemala se desarrolle con éxito.

Como parte de la proyección social que desde sus inicios ha tenido Progreso, el apoyo de la educación para los colaboradores ha sido un factor esencial.

Es así como se han promovido y creado espacios que permiten procesos de enseñanza aprendizaje amplios no solo los colaboradores, sino también para sus familias, quienes cuentan con acceso a programas de educación y formación.

Una historia que nos inspira

Convencidas de que la educación es el mejor legado para la vida, Marta y María Novella Camacho, hijas de don Carlos F. Novella y doña María Camacho de Novella, se organizan para crear en 1930 una pequeña escuela de madera dentro de La Pedrera donde ellas mismas impartían las clases de primero primaria. Luego a mediados de la década de los 40’s contrataron formalmente a una maestra y se agrega segundo primaria, impartiéndose las clases en un edificio de concreto. Ese establecimiento funcionó hasta 1982.

Paralelo al funcionamiento de la escuela, el 13 de junio de 1976 se inaugura la Biblioteca María Camacho de Novella, a cargo de Geraldina Pérez, la cual estaba ubicada en una de las alas del Salón Social de la Asociación de Trabajadores, actualmente oficinas del Departamento de Contabilidad, incrementándose su colección constantemente con las donaciones de libros realizadas por directivos de la empresas y sus colaboradores, para que esta fuera consultada por ellos y sus familiares.

Geraldina Pérez, también impartió clases a los hijos de los colaboradores en época de vacaciones y promovía la participación de los niños en concursos de dibujo, actividades que fueron apoyadas por Carlos Novella Alvarado.

También en los departamentos

Antes del terremoto de 1976 una pequeña escuela tuvo como sede una casa de adobe en la Aldea El Sinaca, Sanarate, El Progreso, pero fue destruida por desastres naturales. A raíz de ello se planificó construir un edificio que contara con mayor seguridad y las comodidades necesarias para los niños, el cual fue inaugurado el 11 de marzo de 1977 dentro de la planta de San Miguel, con el nombre de Escuela Enrique Novella Alvarado, en donde se impartían inicialmente dos grados y en 1989 ya contaba con primaria completa.

Es importante mencionar que don Enrique Novella Alvarado, siempre tuvo la convicción de que la educación es primordial para que el país salga adelante.

A finales de 1997 se implementó un programa de preprimaria acelerada, el cual pretendía estimular “el desarrollo de las habilidades básicas para la lecto-escritura y el cálculo matemático” y que debía cursarse de octubre a diciembre, previo a ingresar a primero primaria.

Ya en 1999 se comenzó a impartir educación básica, utilizando métodos de telesecundaria y ese mismo año se obtiene la autorización para el cambio de nombre, llamándose desde entonces Colegio Enrique Novella Alvarado, ENA.

Varios son los estudiantes que han participado en distintos torneos científicos, obteniendo galardones por su alto rendimiento.

Al igual que en La Pedrera se crea en San Miguel el 13 de junio de 1976 una biblioteca que estuvo a cargo de la Asociación Solidarista, pero el 27 de octubre de 1995 pasa directamente a la escuela bajo el nombre de Biblioteca José Miguel Torrebiarte. La colección también se ha incrementado mediante donaciones, como la realizada por la Universidad de San Carlos a mediados del 2003.

Apoyando la alfabetización

A finales de los 70’s con el afán de ayudar a los colaboradores de San Miguel, se estipuló que ellos recibirán al menos una hora diaria de alfabetización. Este programa se establece en 1993 para ambas plantas, cuando se implementa formalmente la educación para adultos, impartiéndose después de las actividades laborales. Varias personas se vieron beneficiadas, luego pudieron cursar la primaria e incluso graduarse de bachilleres por madurez. Los programas del IGER (Instituto Guatemalteco de Educación Radiofónica), se implementaron en el 2000, motivando la participación de varios colaboradores.

Un nuevo establecimiento se funda en el año 2011, esta vez en el interior de la finca San Gabriel Buena Vista, San Juan Sacatepéquez, bajo el nombre de Centro Educativo Estuardo Novella Camacho (CENCA), impartiendo educación básica por madurez, dando continuidad al programa de primaria acelerada, patrocinado por la Fundación Carlos F. Novella. Paralelamente en este centro se implementaron cursos de panadería y electricidad, avalados por el INTECAP.

Es así como a lo largo de más de 80 años, se continúa con el legado de la Familia Novella Camacho, invirtiendo en la educación y contribuyendo con un granito de arena al desarrollo de la comunidad guatemalteca.

Becas para estudiantes

Uno de los programas alternos que se han ejecutado desde la década de los 90’s, por medio de la Fundación Carlos F. Novella, ha sido el patrocinio de becas a estudiantes del Colegio Enrique Novella Alvarado, contribuyendo a su formación en otros niveles académicos. Cabe resaltar que en la actualidad se ha implementado la Escuela de Música Carlos F. Novella del Sistema de Orquestas de Guatemala, Núcleo La Pedrera para niños y jóvenes que viven en los alrededores, lo cual ha contribuido al desarrollo cultural de las generaciones más jóvenes.

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