Revista Granito de Arena

121 años construyendo el país donde queremos vivir

POSTAL 121 ANOS cempro guatemala
Este aniversario es atípico. Ha sido un año de retos y de muchos obstáculos por vencer, un año en donde se puso a prueba todo lo que somos, nuestra pasión y orgullo por pertenecer a esta familia; una familia diversa, sonriente, trabajadora y orgullosa. Una familia con ADN Progreso.

El 2020 transformó la forma en cómo observamos el mundo. Nos cambió a  todos. De todas las formas posibles. La forma en que nos saludamos, la forma en que nos protegemos, la manera en que nos comportamos, la forma en que convivimos y hasta las formas en que celebramos, oramos y sin embargo esto no nos venció.

Es por ello que nos sentimos más orgullos que nunca, vivos,  sonrientes y  comprometidos con el sueño de construir el país donde queremos vivir. Esto es la pasión por la excelencia, un compromiso con nuestros clientes y amigos. Es el ADN de una familia llamada Progreso.

Y es que nuestro pasado nos respalda para adaptarnos al cambio. Ser pioneros en el sector en Latinoamérica dio un giro de 180 grados al futuro de Guatemala. Desde ese entonces, aprendimos a ser resilientes, a lograr un equilibrio y ser consecuentes con nuestros sueños y comprometernos a seguir avanzando con la vista puesta al futuro.

Nuestro liderazgo, tiene mucho que ver con la  innovación e investigación, con un equipo de personas talentosas y comprometidas con valores incorruptibles y  sentimientos honestos.

Tenemos muy clara nuestra visión, servir a los guatemaltecos de manera eficiente cultivando relaciones duraderas  y ofreciendo oportunidades  para  que todos puedan desarrollarse integralmente. Tenemos muchas historias para contar y acá les contamos algunas.

Todo tiene un inicio

Progreso nace como una de las primeras plantas de cemento en  América Latina. La planta en  la Pedrera, tenía en ese entonces una producción de 100 sacos diarios para el consumo nacional, y luego tras el terremoto en la década de los 20s, la demanda del cemento aumentó. De esta manera, se realizó una ampliación en la producción, lo cual dio inicio a la exportación temporal de cemento a El Salvador y Honduras.

El sueño no nació grande, fue la suma de muchos esfuerzos, muchas luchas y sobre todo la perseverancia de Carlos Federico Novella Kleé.

La demanda que por décadas se ha incrementado en el país, provocó la ampliación tres veces de la planta La Pedrera, la última en 1963. En 1971 inició la construcción de la primera línea en la planta San Miguel. Siete años después, en 1978, se construyó la Segunda Línea y se legalizó el nombre de Cementos Progreso, S.A. En 1996 principió la construcción de la Tercera Línea que arrancó en 1998.

Nacieron más sueños en el camino. y San Gabriel es ahora artífice de nuestra materia prima pero eso no quiere decir que sea la única. Muchos lugares, muchas formas y mucha gente forman parte de todo lo que somos y lo que queremos ser. Progreso se encuentra en todos los rincones de Guatemala, desde nuestras plantas, hasta nuestros sacos de cemento en cualquier municipio. Estamos en todos lados porque somos de todos los guatemaltecos.

Una filosofía

Bajo la premisa de que el trabajo en alianza y colaborativo permite obtener resultados más grandes, Cementos Progreso desarrolla un modelo de sostenibilidad basado en tres pilares: medioambiente, colaboradores y comunidades. Los colaboradores trabajan activamente para integrarse como buenos vecinos,  ejerciendo ciudadanía corporativa y participando en las redes locales con otros actores sociales y líderes comunitarios para encontrar la sostenibilidad de las comunidades.

Algunas curiosidades

La torre del precalentador de la planta San Gabriel (o torre de ciclones), tiene el récord de edificación más alta en Guatemala con 126 m = 42 pisos.

Progreso  da prioridad a la contratación de personas que viven en el entorno de las instalaciones. El 81.1% de los colaboradores viven y trabajan en la misma comunidad, esto representa millones de quetzales  redistribuidos en las comunidades.

Uno los programas líderes es el de reforestación. Desde 1987 han sembrado más de 25 millones de árboles y tienen una capacidad de producción anual en los viveros de tres millones de árboles aproximadamente.

Se cuenta con programas de coprocesamiento a través del cual han transformado miles toneladas de residuos en combustible. La planta de coprocesamiento tiene capacidad para disponer de 36000 toneladas anuales de residuos, que pueden ser llantas, textiles, plásticos, residuos industriales, madera, solo para mencionar algunos.

Resguardo para el medio ambiente

Progreso presta vital importancia a la contribución de programas que impulsen el desarrollo de la comunidad, así como a la protección y mejora del medio ambiente. Para ello, impulsa proyectos de reforestación, recuperación de cuencas hídricas, tratamiento de aguas residuales y coprocesamiento para transformar residuos en combustible, entre otras iniciativas.



Progreso quiere ser el motor para ofrecer productos de calidad; ser buenos ciudadanos y líderes ambientales y empleadores favoritos.



“En nombre de la junta directiva, les envió un mensaje de gratitud y de esperanza. ¡Vamos por más! A seguir construyendo juntos el país donde queremos vivir”

Thomas Dougherty, presidente de la junta directiva de Progreso



“Para nosotros era indispensable no detenernos, porque si bien es cierto que tenemos que practicar el distanciamiento físico, nunca vamos a practicar el distanciamiento social, porque lo que somos, y la esencia de lo que hemos creado en todos estos años es una familia,  y por definición las familias siempre permanecen unidas”

José Raúl González, CEO de Progreso.

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