Las viviendas se construyeron para brindar una solución habitacional a las familias afectadas por las tormentas ETA e IOTA, bajo la metodología de trabajo en red y con sistema constructivo de bloque panel.
En el proyecto, denominado “Construyendo Nuevos Inicios”, participaron voluntarios de Banco Industrial y Cementos Progreso, quienes, acompañados de los vecinos y personal municipal, lograron construir una nueva comunidad.
Héctor Villanueva y Deborah González son colaboradores de Progreso y voluntarios en esta noble causa. Participar de un proyecto tan importante no solo les dejó una maravillosa experiencia sino también, un mejor entendimiento sobre las necesidades de las comunidades rurales.
Deborah trabaja como médico ocupacional y nos cuenta cómo vivió la experiencia. “Viví la solidaridad de una manera diferente, ya que no solo fue dar mi tiempo, sino poder compartir con las familias, servir como instrumento para sus nuevos hogares y ser parte de un nuevo comienzo para todas las familias”.
Para Héctor, coordinador auxiliar de OH&S servir al prójimo es un deber al que estamos llamados. “Servir al prójimo fue una excelente experiencia. Se puso de manifiesto el trabajo en equipo y el valor de la solidaridad”.
Los voluntarios mostraron su satisfacción por haber participado en este proyecto. “Lo que más disfrutamos de estas actividades de voluntariado es la cercanía con las personas y poder brindarles un tiempo de calidad”, indicaron.
Con su esfuerzo y dedicación, 56 familias tienen un nuevo hogar, un nuevo inicio y una nueva oportunidad.
El proyecto arrancó el 15 de noviembre de 2021 y finalizó en abril de este año. Las viviendas de 36m2, cuentan con dos habitaciones y un área común; energía solar, y sistema de captación de aguas pluviales.
