En conmemoración del día de la tierra que se celebra el 22 de abril, queremos contarte sobre los esfuerzos que realizamos por mejorar las condiciones ambientales en todas las áreas donde intervenimos y en donde buscamos generar condiciones adecuadas para tener procesos sostenibles y eficientes.
Una pandemia no fue suficiente para detener a los equipos de campo de Progreso. En la planta San Miguel ubicada en Sanarate, El Progreso, logramos enviar 625.41 toneladas métricas de residuos para reciclaje.
Otro de nuestros logros fue coprocesar en los hornos de Clinker 303 toneladas métricas de residuos sólidos y 95 toneladas métricas de aceite usado generados en planta. Además, captamos 6 mil 573 metros cúbicos de agua de lluvia en el reservorio y reutilizamos 5 mil 438 metros cúbicos en el proceso de hidratación de la cal. Para finalizar, logramos producir 70 mil kilogramos de abono con residuos orgánicos de finca San Miguel.
El volumen tratado por año, de la planta de tratamiento tipo Wetland de la operación de la planta de San Miguel, fue de 8 mil 603 metros cúbicos, equivalentes a 8 millones 603 mil litros de agua tratada en cumplimento del «Reglamento de las descargas y reuso de aguas residuales y de la disposición de lodos», Acuerdo Gubernativo 236-2006.
En San Gabriel, logramos poner más de 52 toneladas de residuos metálicos dispuestos con empresa recicladora. Además, más de 75.3 toneladas de residuos plásticos fueron clasificados y dispuestos con una empresa recicladora.
Logramos con un arduo trabajo de un equipo de conserjería y jardinería, más de 22 mil 800 metros cuadrados de jardines para tener un ambiente adecuado. Durante el año 2020 se revegetaron 34 mil metros cuadrados de área intervenida en el proyecto Anillo Regional en San Juan Sacatepéquez. Esta revegetación, realizada con Vetiver (Chrysopogon Zizianoides) permitió la generación de las condiciones necesarias en el suelo para la llegada de especies nativas de flora y fauna y generar la recuperación biológica de las áreas.
La planta, cuenta con dos sistemas mayores de tratamiento que garantizan un trato y reutilización eficientes. El primero es de tipo aeróbico, el cual trata un caudal de 7 mil 568.64 metros cúbicos, equivalentes a 7 millones 568 mil litros de agua tratada. El otro sistema tipo Wetland recibe un volumen a tratar de 2 mil 995 metros cúbicos por año, equivalentes a 2 millones 995 mil litros de agua tratada en cumplimiento con el «Reglamento de las descargas y reuso de aguas residuales y de la disposición de lodos», Acuerdo Gubernativo (AG) 236-2006.
En resumen entre las plantas San Miguel y San Gabriel tratamos alrededor de 19 mil 167.56 metros cúbicos, equivalentes a más de 19 millones de litros de aguas residuales tratadas por año.
Aguatemala es un proyecto de colaboración e investigación de plantas de tratamiento entre Cementos Progreso y la Universidad de San Carlos de Guatemala, a través de la Escuela Regional de Ingeniería Sanitaria (ERIS). El prototipo se realizó en el centro de investigación de la Escuela de Ingeniería, ubicado en la Colonia Aurora 2, de la zona 13 en la ciudad de Guatemala. El proyecto es un esfuerzo que busca unificar conocimientos para mejorar los procesos de investigación y de tratamiento de aguas residuales, a la vez que busca crear conciencia en los estudiantes sobre el impacto de las aguas no tratadas.
La educación ambiental juega un papel fundamental en todos los procesos formativos de Progreso. Es por ello que durante 2020, un total de 773 colaboradores capacitados en distintos procesos ambientales, 466 personas externas (estudiantes universitarios, profesionales) capacitados) también fueron capacitados para lograr un total de mil 239 personas formadas. Además, durante el 2020 en la planta de tratamiento de aguas residuales Aguatemala, se trataron aproximadamente 6 millones 300 mil Litros de aguas residuales, mejorando su calidad cumpliendo con la calidad requerida por el Acuerdo Gubernativo 236-2006 para reúso y descarga a cuerpo receptor.
La descarbonatación de la piedra caliza para la producción del Clinker presente en el cemento, genera la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero de esta industria. Gracias a la inversión en investigación y desarrollo, Cementos Progreso ha logrado sustituir una parte considerable del uso de Clinker en el cemento por distintos aditivos, sin comprometer las propiedades de resistencia. Esta sustitución para el año 2020 en comparación con el año 1990, antes de la implementación de estas medidas, ha permitido reducir en aproximadamente 18.9% las emisiones de dióxido de carbono por el proceso de descarbonatación correspondiente a cada saco de cemento.
Progreso realizó en 2020 un total de 180 monitoreos de puntos de aire y 170 puntos de presión sonora.
