La movilidad es una dinámica clave de la urbanización y su infraestructura determina el modelo urbano de las ciudades, la impresión espacial definida por calles, sistemas del transporte, espacios y edificios.
La forma actual en la que las personas se mueven en la mayoría de las ciudades de la región está acabando con la paciencia de las personas. Muchas horas de traslado, hacinamiento en los transportes e inseguridad, entre otros, son los factores que afectan en Guatemala a más de un millón y medio de personas que ingresan a la ciudad en un día normal, según estadísticas de la Municipalidad de Guatemala.
La Bienal de Arquitectura Guatemala 2021, abordó en su agenda los retos que la ciudad debe asumir para poder crear sistemas de movilidad eficiente, ecológica y sostenible. Jeremy Siegel, de la firma Bjarke Ingels y BIG, que se enfoca en temas de urbanismo, paisaje, infraestructura y adaptación al cambio climático, aseguró en su exposición que las ciudades en vía de desarrollo, deben de implementar con urgencia planes y políticas públicas a mediano y largo plazo, para desarrollar conceptos de movilidad urbana resilientes y sostenibles, basados en espacios públicos inteligentes, ciclovías, transporte público y sistemas alimentadores para las terminales de transporte.
Rita Búcaro, arquitecta urbanista de Progreso, participó en uno de los conversatorios de la Bienal aportando una visión integral basada en el ser humano. En su intervención, aseguró que garantizar la movilidad urbana, contribuye a mejorar la calidad de vida de las personas. “Los proyectos inmobiliarios se deben pensar en tres aspectos fundamentales: Su accesibilidad externa, su conectividad interna y el relacionamiento entre ambos factores para garantizar una mejor calidad de vida de las personas que vivirán en ellos”.
Esto tiene implicaciones en la dinámica de la sociedad, sobre todo en la salud de los ciudadanos, la calidad de vida y mejoras en el medio ambiente. Por ello la importancia de una adecuada planificación urbana integral que contemple la planificación de infraestructura vial y de movilidad, como el transporte público eficiente, aceras peatonales y ciclovías, trenes de cercanías, aerómetros, entre otros, así como, de los servicios básicos, en modelos de alianzas entre el gobierno, el sector privado y usuarios que se movilizan diariamente en la ciudad.
Se deben generar mecanismos que promuevan el uso del transporte público, el cual debe aspirar a ser más eficiente, seguro, de calidad y accesible para la mayoría de la población.
Los planes de movilidad urbana sostenible buscan mejorar los problemas que surgen, entre otras razones, por una deficiente gestión del transporte. Estudia cómo optimizar el servicio, cómo disminuir el impacto medioambiental y cómo reducir e internalizar los costes. Es decir, son creados para desarrollar una forma de desplazarse más eficiente.
Según el Banco Mundial, los países deben prestar atención en el diseño de políticas públicas efectivas para garantizar la movilidad urbana integral. Esto se puede lograr diseñando modelos estratégicos que reactiven la vida urbana por medio de un sistema de transporte público de alta calidad y la integración modal con transporte alterno, además de densificar y potencializar el uso mixto del suelo. Por último, sugiere balancear el uso del espacio público-vial para incrementar el movimiento y modo de viajes locales y revitalizar el espacio público contemplando áreas verdes.
Uno de los grandes retos de las sociedades, gobiernos y empresas socialmente responsables es reducir el impacto causado por el exceso de vehículos en las vías urbanas y periféricas. Muchos países en la región, (incluyendo Guatemala) se enfrentan a diario a los atascos, la contaminación y pérdidas económicas por tráfico masivo. La ciudadanía también se ve afectada, sin importar si utiliza transporte público o privado. Por eso, es necesario elaborar planes de movilidad urbana sostenible.
Los planes de movilidad urbana sostenible, presentan, entre otras cuestiones, una serie de pautas para lograr la mejora del transporte. Se pueden aplicar a nivel comunitario, estatal, local. Cada país regula y adapta las medidas a sus necesidades, tomando este plan como modelo.
