Doña Máxima caminaba con ollas de peltre azul, llevando ingredientes de un lado a otro mientras sus ocho hijos jugaban sobre su nuevo piso de cemento. Y es que un nuevo piso amerita una gran celebración, doña Máxima conoce por experiencia lo que los estudios respaldan: reemplazar un piso de tierra por uno de cemento tiene un impacto positivo en la salud de todos sus habitantes, principalmente ayudando a prevenir enfermedades respiratorias y gastrointestinales en los niños.
Al entrar a la habitación vemos un trinchante que guarda los platos y utensilios de cocina, además del comal donde se hacen las tortillas. Un ambiente que ahora tiene un piso saludable permitiendo amplitud para los juegos de los niños, la preparación de comidas saludables y en este caso, la celebración de eventos que benefician a la familia con el plato tradicional de San Juan Sacatepéquez, el pinol. La sonrisa de las niñas demostraban la felicidad de toda la familia.
Esta fue una actividad que formó parte de los programas Pisos S3 de Cementos Progreso y 21 días de felicidad de Prensa Libre. Angel Oliva, gerente de Gestión Social de Cementos Progreso, tuvo el honor de hacer la entrega del nuevo piso a la familia de doña Máxima quien se suma a las 660 personas beneficiadas con pisos nuevos de cemento para sus hogares.
Como lo dice Maria Andrea Salvadó, gerente de Comunicación Corporativa, un piso saludable “tiene un impacto directo en la calidad de vida de la familia”. Ahora doña Máxima no tiene que soñar con un piso saludable, porque su sueño se ha vuelto realidad.
Cementos Progreso agradece a todos los involucrados en el proceso por compartir el sueño de doña Máxima y construirlo en una realidad.
Desde 2021 Cementos Progreso trabaja en apoyar a las familias de San Juan Sacatepéquez sustituyendo el piso de tierra por uno de cemento.
En 2022 Cementos Progreso se unió a la iniciativa de Hábitat para la Humanidad y la Federación Interamericana del Cemento (FICEM) “100 mil pisos para jugar”.
