Su nombre no pasa desapercibido en las nuevas generaciones de ingenieros y operadores de planta. Desde hace 34 años el “Dr. Gramajo”, se ha desempeñado en distintas posiciones desde las cuales ha liderado exitosos procesos.
Recientemente, el Colegio de Ingenieros Químicos y Banco Industrial rindieron homenaje a su trayectoria al nombrarlo “Ingeniero Químico del Año”, por su destacada labor como profesional y docente.
“Me siento muy feliz de recibir este reconocimiento. Mi labor se ha desarrollado en la parte académica como profesor de la Escuela de Ingeniería Química de la Universidad de San Carlos de Guatemala y como Ingeniero Químico en Cementos Progreso”.
Desde 1988, ha participado en procesos como la disminución de la variabilidad de la harina cruda, el Clinker y el cemento; mineralización del Clinker; el proyecto “Cielo Azul” para minimizar el impacto ambiental; la implementación de “Petcoke” como combustible principal en los hornos; la reingeniería de la planta de pre–dosificados; la mejora del rendimiento de los hornos y la disminución del factor Clinker, entre otros.
Que es posible aplicar los conocimientos que aprendemos en la universidad a situaciones industriales reales y lograr mejorar los procesos. Este tema no aplica sólo a la Ingeniería Química sino a todas las ramas profesionales.
Para el Doctor Gramajo, trabajar en las distintas unidades de la empresa, ha sido una de las mejores experiencias. “No dudo que haya sido mi mejor elección. En Cementos Progreso encontré una verdadera familia, con un ambiente de trabajo familiar que es impulsado desde los dueños de la empresa y materializado por todos los colaboradores”.
Otra de las facetas del Doctor Gramajo es la docencia universitaria, que ejerce desde 1978 en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de San Carlos de Guatemala. “Trabajar en Cementos Progreso y como docente, sin duda es la parte fundamental de mi vida, ya que me ha permitido aplicar los conocimientos de Ingeniería Química a situaciones industriales reales”.
Al preguntarle cómo quisiera ser recordado, no duda un instante al afirmar que su mayor legado dentro y fuera de Progreso es ser formador de nuevas generaciones de ingenieros.
Adolfo Narciso Gramajo Antonio nace el 24 de agosto de 1958 en Coatepeque, Quetzaltenango, en el seno de una familia integrada por sus padres Carlos Rubén Gramajo Samayoa y Josefina Antonio Escobar de Gramajo, y su hermana Lilian Magaly. Está casado con Erika Lizbeth Bauer Walter de Gramajo y tiene 2 hijas Elisa María y Lizbeth del Rosario y 3 nietas Camila María, Chiara Lucia y Mariana.
