El horizonte delimitado y una construcción sistemática de la empresa son elementos fundamentales que según Tommy Dougherty, han convertido a Progreso en uno de los principales motores económicos de la región.
“Los problemas y cambios en Progreso se afrontan como una familia. El buscar entender los distintos escenarios para analizar, planificar y resolver son prácticas que nos distinguen, sin embargo, nuestro principal éxito es poner a la persona en primer lugar siempre”.
Además, el presidente de la junta directiva de Progreso, asegura que la cultura de trabajo, el código de ética y de servicio, son determinantes para que Progreso tenga valores que todos los colaboradores tienen en su ADN.
“Tengo un lema que siempre dijo y es que no hay nada tan serio de lo cual no me pueda reír, y eso es lo que hemos tratado de hacer para contagiar de alegría a nuestra familia Progreso, convertir el trabajo en alegría y en bendición”.
Y es que el propio fundador de Progreso, Carlos F. Novella, decía que es una bendición convertir el trabajo en alegría y esa es una responsabilidad que se vive desde la junta directiva, hasta los niveles operativos de la empresa.
A lo largo de 33 años, Dougherty ha vivido la cultura de la solidaridad en todos los niveles. Desde los programas como “Juntos Por tu Hogar”, hasta el trabajo en equipo de todos los colaboradores en situaciones complejas como la pandemia o la instalación de la planta, son elementos que definen la cultura de trabajo y servicio que se ha construido a lo largo de 122 años.
“Quiero agradecer a todos por lo que hacen día a día y por cómo lo hacen. Por abrir el corazón y la cabeza para entender y realizar cambios para dar la bienvenida a este nuevo ciclo de Progreso. Gracias por el cariño con el que lucen el uniforme y lo que representa Progreso”.
También indicó, que se encuentra muy complacido por la enorme respuesta de todos los colaboradores para hacer frente a sus responsabilidades de cara a la pandemia. “Es increíble como el ADN Progreso se vivió en los primeros días, fue una respuesta maravillosa de la cual todos deben sentirse orgullosos”.
Porqué para Dougherty, la alineación de valores de Progreso permite que un nuevo sueño nazca todos los días.
Una de las principales aficiones de Tommy cuando era niño, fue realizar paseos en bicicleta en la cantera de la Pedrera, ubicada en la zona 6 de la ciudad. “Recuerdo que en ese entonces vivían mis abuelos en ese lugar y nos encantaba llegar con las bicicletas y explorar todos los rincones de la cantera a gran velocidad”.
