
Home » Listado Construyendo Juntos » «Comunidades en Desarrollo» busca la formación de mujeres y líderes comunitarios
Actualmente el proceso se está implementando en San Juan Sacatepéquez en las comunidades: Suacité, Estancia Grande y San Jerónimo Chuaxán, en el municipio de Sanarate el Progreso se está desarrollando en San Miguel Conacaste , La Coyotera y Sinaca, así como en el caserío Chidón Juan de San Martín Jilotepeque en el departamento de Chimaltenango.
En total, busca beneficiar a 240 mujeres y sus familias y 70 líderes comunitarios entre COCODES, alcaldes auxiliares, asociaciones, representantes de salud y educación, entre otros. Su principal función será la de empoderar a la mujer para que asuma un rol protagónico en los procesos de participación social y ciudadana así como formar a los participantes en el diseño de planes de desarrollo comunitario.
Marco Antonio Coyote gerente de Desarrollo Social, mostró su satisfacción por el compromiso y dedicación de los participantes. “El desarrollo social solo puede ser real cuando existe una participación genuina, de todos los actores sociales con un enfoque a futuro”.
Dentro del marco de la institucionalidad del Estado, el programa promueve la ciudanía responsable para que las personas participen activamente en la construcción del tejido social, en el fortalecimiento institucional y en el aprovechamiento de los servicios públicos.
Tiene un enfoque antropológico, genera autonomía en las personas, su base son las alianzas público privadas, construye el capital social y está alineado a los objetivos de desarrollo sostenible.
Sus ejes transversales son: autoestima, participación ciudadana y seguridad alimentaria y nutricional.
El proceso se realiza en 10 capacitaciones a mujeres y ocho capacitaciones a líderes comunitarios, visitas de seguimiento y el acompañamiento de la autogestión.
El desarrollo de una comunidad empieza en el hogar, donde la mujer impulsa cambios que se transforman en bienestar propio, de su familia y de su comunidad, articulando redes que construyen capital social sostenible. Econométricamente está comprobado que, a mayor formación de la mujer, hay una relación directa en la mejora de los indicadores de educación y salud, lo que se traduce en un retorno económico sostenible.