Llegar a la cúspide de una montaña tiene su complejidad y para ello se necesita decisión y tener claro el objetivo; para lograrlo será necesario insistir, resistir, persistir y no desistir.
Suele decirse que el secreto del éxito está en saber esperar la recompensa. Si bien es cierto que en ocasiones lo bueno llega hasta nosotros casi de improviso y sin que lo hayamos previsto, hemos de entender que nuestros triunfos no siempre dependen de la suerte, sino más bien de nuestro esfuerzo.
Todos sabemos que no es fácil esperar que nuestros sueños y anhelos puedan realizarse. Ahora bien, hay que tener claro que una actitud positiva y realista, sumada a una adecuada estrategia pueden hacer mucho más por nosotros.
Obtener algo bueno nunca será fácil. En cambio, las cosas que se logran de manera fácil y sin ningún esfuerzo se esfuman o pierden su valor. En cambio, las cosas que cuestan más trabajo y esfuerzo se valoran, se quieren y se cuidan.