Como parte de la vivencia en valores, solidaridad y armonía, se pintaron las paredes internas, el exterior y se retocaron los murales que desde hace varios años adornan el centro educativo.
En total, fueron 260 metros cuadrados los que fueron retocados con el color original que tenían las paredes y los murales fueron revitalizados por el maestro José Felipe Rivas Sosa, hijo del artista Julián Rivas que originalmente los elaboró y que son un gran legado para el municipio.
Esta actividad se realizó con el propósito de vivir el valor de la solidaridad con los niños que se integran al sistema educativo del país. La educación preescolar es la base para que los niños de San Miguel Conacaste desarrollen sus habilidades motrices, espaciales y sociales; esta etapa es fundamental en el desarrollo de los niños y proveer de un espacio digno de crecimiento y sano esparcimiento es tarea de todos.
El colegio ENA, alineado a los objetivos de sostenibilidad de Progreso apoya a las personas y comunidades para vivir mejor. La responsabilidad social del ENA es promover la igualdad de oportunidades, reforzar la diversidad y respetar los derechos de las comunidades donde tiene activa participación el colegio.
El colegio ofrece a la comunidad educativa, oportunidades de aprendizaje permanente y un entorno de trabajo atractivo, respetuoso y saludable. Es por ello que, dentro de su filosofía, promueve el progreso y el acceso a la educación de calidad basada en valores.
En esta oportunidad, 23 alumnos de cuarto bachillerato de forma voluntaria, participaron en la jornada de pintura de la mano de toda la comunidad educativa, en un gesto de solidaridad, empatía y resiliencia que beneficio a 112 niños que asisten a clases.
Esta mejora de la escuela se suma a un esfuerzo que se realizó el pasado mes de diciembre donde se realizó una fundición de terraza sobre los baños para colocar dos tinacos de agua con capacidad de 2 mil 200 litros para garantizar agua a los estudiantes en cualquier época del año.
