Fabricar sacos y bolsas para el uso industrial no es una tarea fácil y menos respetando normas de producción internacionales y de medio ambiente. Pese a ello, cada vez son más las empresas que de manera responsable, buscan mejorar sus procedimientos y normas para producir de manera eficiente.
En la industria, existen muchos esfuerzos por hacer eficiente los materiales y la manera de producirlos. Estas acciones van desde minimizar la cantidad de residuos desde la segregación en el origen, hasta las políticas de formación del personal en el uso responsable de los recursos.
Los sacos de papel, han sido utilizados históricamente para el envasado de productos sólidos, granulados y polvorientos. El papel une su resistencia a la facilidad de manipulación y en especial a la posibilidad cerrarse con hilo y de poder reciclarse.
Buenas prácticas en Sacos del Atlántico
La empresa, que desde 1986 es un referente regional para la fabricación de bolsas industriales, ha implementado procesos de gestión ambiental para cumplir con la normativa internacional, siendo proactivos y competitivos.
La política incluye clasificar los residuos en contenedores: Azul (derivados de papel) amarillo (plástico PET y aluminio y blanco (otros residuos). Contenedores naranja (para residuos peligrosos) y gris (para chatarra).
Se cuenta con un centro de acopio de residuos y se utilizan toneles para mantener la separación. Se cuenta además con un contenedor para acopio de residuos bioinfecciosos y cortopunzantes.
En la planta se cuentan con varios puntos de segregación de residuos de papel y material de embalaje, existe una compactadora compactadora para elaborar pacas y reducir el volumen del residuo de papel. Con estas acciones, Sacos del Atlántico se convierte en un referente de buenas prácticas, brindando soluciones eficientes para empacar la razón de ser de sus clientes.