Revista Granito de Arena

Un viaje en el tiempo es un viaje sostenible

Este título parafrasea el mensaje que compartió Javier Fortín, gerente de licencia social, en la celebración del Día del Periodista que organizó la Fundación Carlos F. Novella y que se llevó a cabo el martes 28 de noviembre en el Museo del Ferrocarril de Guatemala.

No puedo negar que, al recibir la invitación para esta actividad, la temática me hizo un poco de ruido, ya que el periodismo se encarga de narrar sucesos de actualidad y se caracteriza por estar a la orden del día, así que, ¿por qué festejarlo en un museo y con historia?

El ruido se acrecentó cuando hizo presencia Progreso X con el tema “Innovación en la comunicación”. Al inicio no fue viajar en el tiempo sino perderme en el mismo. Sí, un viaje al pasado para celebrar a quienes comunican el presente y, además, una conferencia con visión hacia el futuro. Ya sé que tal vez exagero, pero la estructura del proceso analítico en mi cerebro estaba colapsando al tratar de enganchar todos los vagones en esta actividad. Por suerte, el ruido menguó. Y es que entendí que, aunque tengamos los pies bien puestos sobre el suelo del presente, no podemos ver hacia el futuro sin antes haber subido los escalones del pasado. He ahí el valor de nuestra historia.

Decidí subirme al tren y hacer mi viaje personal en el tiempo

Fui al pasado, y noté que mi historia ocupa un lugar importante en este tren. Por fortuna, los vagones de carga tienen una longitud apropiada. No para llevar historiales de reportes, cifras y resultados, sino para esos recuerdos y anécdotas que me contaban en planta San Miguel hace 17 años, cuando comencé a formar parte de la familia cementera en el puesto de recepcionista. Vino a mi mente el día que cumplí tres meses en la empresa y al sentarme en el bus de regreso a Sanarate, el compañero de al lado me contó que él estaba cumpliendo 35 años de trabajar en la empresa. Ese recuerdo llegó con muchos otros. Recordé al doctor Adolfo Gramajo contando que antes de la implementación de OH&S los ventanales se limpiaban montándose en un cargador frontal. Recordé también a don Carlos Secaida preparando caldo de gallina en el taller automotriz. Esas fechas de salir a entregar las boletas de pago a las diferentes áreas de trabajo, los viernes de carnitas y chicharrones, las leyendas del niño fantasma en la planta y las llamadas por radio a las áreas operativas antes de la llegada de los teléfonos celulares. Recordé cuando don Plinio Herrera, Tommy Dougherty y don Frederick Melville visitaban la planta y saludaban a cada uno por su nombre, haciendo notable el sentido de familia. En ese viaje al pasado recordé que yo era una de las siete mujeres que laborábamos en planta San Miguel, una sede de aproximadamente 700 colaboradores en ese entonces.

Regresando al presente

Hoy estoy en el presente, sigo viendo compañeros de trabajo con una trayectoria admirable dentro de la organización. A mi alrededor veo oportunidades, inclusión, expansión, logros y retos por montón. Hoy estoy en el presente y estoy de pie, aunque a veces sea difícil permanecer así. Pero, sé que me sostiene la fuerte raíz de mi pasado, mi trayectoria. A veces se me acaban las fuerzas y quiero dejarme caer, es cierto, pero en cambio prefiero que caigan mis letras, una a una sobre el papel, y veo cómo se transforman, porque son resilientes. Hoy, con mi esfuerzo, estoy tratando de dejar un legado de oro a través de mi trabajo que, muchas veces, parece tan solo un granito de arena. Hoy, estoy en la Pedrera, un lugar icónico para la zona 6 y para la ciudad de Guatemala. Estoy aquí construyendo las historias y las anécdotas que quiero recordar después. El presente, como la vía del tren, es determinante para llegar a mi destino, para alcanzar mis objetivos y cumplir mis metas, que son los objetivos y las metas de todos porque, ¿cómo no serían de todos?, si vamos juntos en este tren que además de vagones de carga histórica tiene vagones de pasajeros viajando juntos hacia el mismo destino. Hacia el Progreso.

Back To The Future
(De  regreso al futuro)

Y sí, también fui al futuro. Vi ese futuro que me amedrenta y a la vez me emociona, porque tiene incertidumbre, pero también tiene grandes y altas expectativas. Es ese futuro soñado que compartimos y que juntos estamos construyendo. Aunque a veces es difícil lograr un acople uniforme entre vagones, nuestros mecanismos imperativos son lo suficientemente maduros y brindan la tensión necesaria para que nuestra cadena de objetivos no salga del gancho que la impulsa. Una locomoción sostenible ha sido fundamental. Porque como en un acople semipermanente, nuestros vagones cual composición, están destinados a circular siempre unidos.

Llegaremos bien a nuestro destino.

Sé que llegaremos.

Colaboración.
Por Ana Lucía García Ruano

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