Amado Godínez encontró en Progreso una oportunidad dorada de crecimiento constante, la que luego, como conserje, hasta su evolución, formando parte integral del equipo de tecnología, lo convertiría en testigo y protagonista de la transformación de la compañía a lo largo de los años.
Amado Godínez, ex Jefe del Centro de Soluciones TI en Cementos Progreso, es un ejemplo vivo de esta narrativa inspiradora.
Cuando Amado ingresó a Cementos Progreso a la edad de 18 años, con apenas tercero básico en su haber, no imaginaba el viaje transformador que le esperaba.
Comenzó como peón de fábrica y escaló peldaños laborales hasta convertirse en conserje. Sin embargo, su verdadero salto se produjo con la oportunidad de formar parte del primer sistema de facturación en el departamento de ventas.
Con la creación del departamento de informática, Amado se encontró en el inicio de la revolución tecnológica de la compañía. Desde ese punto, su ascenso como analista programador comenzó con una carrera marcada por la innovación y el liderazgo.
«Formar parte del equipo de tecnología me llena de satisfacción», comparte Amado. «He sido testigo y protagonista de los cambios a lo largo de los años, y creo que dejo un legado para las nuevas generaciones».
Su influencia va más allá de la oficina. Amado también ha sido un pilar en el desarrollo educativo de sus hijos, inculcándoles los valores y la cultura de Progreso.
«Les dije a mis hijos: Ustedes tienen las herramientas para ser grandes profesionales. Llevan ese ADN de Progreso, esa cultura, esos valores que los van a hacer grandes», afirma con orgullo.
Su compromiso con la empresa y su amistad quedan evidenciados al unirse al Grupo Águilas de Oro. «Me sentí muy emocionado cuando tuve la oportunidad de estar en ese primer día con ellos. Nos traslada y nos hace vivir esos momentos de amistad, de hermandad y de familia Progreso», expresa Amado.
Como jefe, Amado ha dejado una huella imborrable en la vida de muchas personas gracias a su pasión por servir y ayudar. «Hoy estoy agradecido con Progreso por esos valores que me inyectó y que espero contribuir a la sociedad en cuanto a valores y servicio», concluye.
En Progreso, el desarrollo de las personas es tan importante como el de la compañía. Hoy, Amado Godínez es un testimonio viviente de este compromiso.
