La tradición la inició Julio Morfín agradecido por la protección que recibió durante su tiempo trabajando en la cantera. Desde entonces, este día es conmemorado con una misa y otras actividades que reflejan la tradición del Cristo de Esquipulas en Chiquimula, Guatemala. Varios vecinos guardan entre los recuerdos de su infancia a la imagen del Cristo de Esquipulas en La Pedrera. Aunque no sigan viviendo en el área, cada año regresan con fe y devoción.
Esta tradición que inició con Julio Morfín, con el tiempo, se ha mantenido gracias otros antiguos colaboradores como es el caso de Guayo Lemus, seguido de los hermanos Felipe y Flavio Pérez. Después se unió Valentín Beltrán y es su hija, Elsa quien continúa con este legado. Muchas de las historias de esta devoción las conocemos por testimonio de Juan Luis Hernández, que en 2016 compartió sus recuerdos con el Museo / Archivo Carlos F. Novella.
Durante su visita el 15 de enero de este año, vecinos de zona 6 aprovechan para recordar su niñez y la forma como celebraban en aquel entonces.
Con alegría recuerdan la marimba de “Marimbo”, las ventas de comida típica y la quema de cuetes para celebrar al Cristo de Esquipulas en el patio frente a la pequeña capilla.
Renzo Secaida, de La Franja en la zona 6, recuerda que conoció la imagen “desde que estaba en el árbol donde apareció el Señor”. A sus setenta años, conserva intactos los recuerdos de esta fiesta y los comparte con nosotros. Los niños solían jugar en los volcanes de tierra y piedrín a la hora del rezo, para después tomar café con pan. El fin de la celebración se marcaba con un juego de escondite entre los pequeños. Pasados los años, fueron estos niños quienes se encargaron de organizar los rezos con el grupo de jóvenes “Nuestra Señora de Lourdes” que lideraban las señoras de la comunidad, doña Elvirita, doña Dorita, doña Elsita y doña Beatriz.
La familia Chapetón Velásquez visitó por primera vez. Dan gracias a Dios y comentan que la experiencia ha sido “muy reconfortante y gratificante”.
Héctor R. Sazo Osorio vivió enfrente de La Pedrera. De niño iba a la cantera a jugar con el piedrín y la arena, así como Renzo Secaida en su momento.
Vecinas de Jocotales y Cipresales cuentan que les gusta visitar al Señor de Esquipulas porque reafirma su fe y trae de vuelta recuerdos de la infancia. Una de ellas conoció a don Valentín Beltrán, uno de los organizadores más veteranos.
Con información del Museo / Archivo Carlos F. Novella, folleto Tradiciones y Leyendas en La Pedrera de Hernán del Valle y vecinos de La Franja, zona 6.
Cuando la capilla del Cristo de Esquipulas se inauguró, el sacerdote que bendijo la imagen oró “Padre, has que nos unamos en búsqueda de la paz”.
