Revista Granito de Arena

La Monja Blanca cuenta con Horcalsa como un aliado fundamental en su rescate y conservación

En Guatemala existe una especie de orquídea que por su belleza y singularidad se considera una de las más bellas del mundo. La Monja Blanca cuenta con un aliado indiscutible en Horcalsa para su conservación y cuidado, de la mano con expertos botánicos en los bosques de Alta Verapaz.

Las orquídeas presentan una gran relevancia y admiración gracias a la particularidad de sus flores y por su interacción ecológica con los agentes polinizadores y los hongos benéficos del suelo en donde forman procesos simbióticos. Se consideran los seres más evolucionados del reino vegetal.

La reproducción de la Monja Blanca no es fácil, indica el doctor Fredy Archila, ingeniero agrónomo y botánico, dado que para lograr la germinación de las semillas se requiere alianza de un hongo benéfico en simbiosis con la raíz de un árbol.

El proceso de reproducción de la Monja Blanca inicia con la recolección de semillas de su especie, las cuales se cultivan utilizando frascos en ambientes controlados fuera de un organismo vivo, que luego son colocados en incubadoras para asegurar la humedad y temperatura adecuada para la fecundación.

Horcalsa un aliado indiscutible de la Monja Blanca

Trascurrido el tiempo de adaptación, las orquídeas se extraen de los frascos y se colocan en macetas colectivas y previo a realizar la siembra en los maceteros, se desinfectan mediante la aplicación de lechada de cal Horcalsa, para eliminar agentes dañinos, principalmente bacterias que afectan el adecuado desarrollo y adaptación de las orquídeas.

Realizado el proceso de desinfección, se realiza la siembra y se trasladan a invernaderos donde nuevamente sobre el sustrato se aplica cal Horcalsa para evitar la incidencia de insectos, gusanos y hongos dañinos; adicional, la cal sirve para equilibrar el pH del medio, mejorar la textura y estructura del suelo, permitiendo una mejor retención de agua y oxigenación del sustrato, así como aportar calcio, uno de los nutrientes más importantes para las plantas.

Durante el tiempo de desarrollo y adaptación de las orquídeas en el invernadero, adicional a las aplicaciones de cal sobre el sustrato, se realizan aplicaciones foliares por aspersión con una solución diluida a base de cal Horcalsa, para proteger follaje y tallo por ataque de insectos chupadores, gusanos o agentes microscópicos que se mueven en el aire.

De esta forma, Cal Horcalsa apoya decididamente la conservación de la flor nacional, en los bosques nubosos de las verapaces, territorio de donde es originaria en Guatemala. 

Por: Ing. Emmanuel Montúfar
Original publicado- CID.cempro.com – click aquí para verlo

El dato

En febrero de 1934, el gobierno central emitió el Acuerdo Gubernativo por medio del cual se le designa Flor Nacional a la Monja Blanca.

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